miércoles, 19 de octubre de 2011

Mitad de adolescentes en riesgo de embarazo no planeado

La falta del uso regular de algún anticonceptivo y/o preservativo los lleva a arriesgar su salud y a jugar azarosamente con la posibilidad de la maternidad y paternidad no planificada, situaciones que pueden ser evitadas o resueltas.
Ante esta situación, en caso de enfrentar una relación sexual sin protección anticonceptiva, las chicas ya cuentan con una salida que ofrece la nueva Píldora de Anticoncepción de Emergencia (PAE), elaborada a base de levonorgestrel. El laboratorio Bayer lanzó esta pastilla con el nombre 'Oportuna'. 
Datos de las Encuestas Nacionales de Juventud revelan que más de la mitad de las adolescentes mexicanas de 12 a 19 años ya tenían vida sexual activa, de forma casual o regular. 
Sin embargo, 61.95% de las chicas menores a 20 años no usaron algún método anticonceptivo durante su primera relación sexual, lo cual implica un importante riesgo de enfrentar un embarazo no planificado para más de la mitad de las adolescentes mexicanas.
La Dra. Rafaela Schiavon Ermani, directora general de IPAS-México refiere que el uso responsable e informado de la PAE ofrece a las adolescentes la posibilidad de tomar conciencia y control de su vida sexual. 
La especialista de IPAS-México expresa que enfrentar un embarazo no planeado en la adolescencia trae consigo múltiples problemas para la mujer, por lo que el uso responsable de algún método anticonceptivo de emergencia o regular puede representar una nueva oportunidad para su adecuado desarrollo personal y social
Desafortunadamente 'tres de cada 10 mujeres mexicanas ya han tenido al menos un hijo antes de cumplir 20 años, lo que trae consecuencias sociales como el abandono familiar y/o de pareja, deserción escolar y pérdida de oportunidades laborales' comenta Schiavon. 
'Debido a la inmadurez del organismo adolescente, las chicas pueden tener problemas de salud como anemia, infecciones bacterianas, así como hipertensión y diabetes. Con frecuencia, el bebé puede ser prematuro o presentar bajo peso al nacer, desnutrición, retardo en el desarrollo físico e intelectual' afirma la especialista.
Por su parte, el Dr. Leopoldo Vázquez Estrada, Gerente Médico de la Unidad de Salud Femenina de Bayer, comenta que la Organización Mundial de la Salud ha señalado la importancia de proporcionar información apropiada y oportuna entre los jóvenes, a fin de reducir el índice de embarazos no planificados, por ello 'como expertos, nuestro compromiso es orientar a las adolescentes sobre las opciones anticonceptivas que les ayuden a tomar decisiones acertadas en su vida sexual'.
La acción de esta nueva PAE, cuyo principio activo es la hormona levonorgestrel, promueve modificaciones temporales en el organismo femenino que impiden el embarazo: 'inhibe la ovulación si ésta no ha ocurrido, reduce la vitalidad de los espermatozoides, modifica el ambiente uterino disminuyendo la movilidad espermática, al tiempo que espesa el moco cervical' describe el Dr. Vázquez Estrada.
Así, para brindar apoyo a las jóvenes en momentos de una emergencia anticonceptiva, reduce 94% la probabilidad de embarazo si se administra dentro de las primeras 72 horas posteriores a la relación sexual no protegida.
Finalmente, el Dr. José Ángel Aguilar, coordinador de la Red Democracia y Sexualidad 
(Demysex), comenta que los jóvenes tienen el derecho universal a ejercer y disfrutar plenamente su sexualidad.
Razón por la cual debemos ofrecerles todas las herramientas informativas para que sean capaces de tomar decisiones libres y acertadas, incluyendo el tipo de relaciones de pareja que desean y hacia dónde quieren dirigir su desarrollo personal y profesional, para así ayudarlos a cimentar un futuro promisorio.
CORTESIA TERRA
Con información de Bayer

martes, 18 de octubre de 2011

1.1 Adolescencia Temprana (10 a 13 años)
Biológicamente, es el periodo peripuberal, con grandes cambios corporales y funcionales como la menarca.
Psicológicamente el adolescente comienza a perder interés por los padres e inicia amistades básicamente con individuos del mismo sexo.
Intelectualmente aumentan sus habilidades cognitivas y sus fantasías; no controla sus impulsos y se plantea metas vocacionales irreales.
Personalmente se preocupa mucho por sus cambios corporales con grandes incertidumbres por su apariencia física.
1.2 Adolescencia media (14 a 16 años)
Es la adolescencia propiamente dicha; cuando ha completado prácticamente su crecimiento y desarrollo somático.
Psicológicamente es el período de máxima relación con sus pares, compartiendo valores propios y conflictos con sus padres.
Para muchos, es la edad promedio de inicio de experiencia y actividad sexual; se sienten invulnerables y asumen conductas omnipotentes casi siempre generadoras de riesgo.
Muy preocupados por apariencia física, pretenden poseer un cuerpo más atractivo y se manifiestan fascinados con la moda.
1.3 Adolescencia tardía (17 a 19 años)
Casi no se presentan cambios físicos y aceptan su imagen corporal; se acercan nuevamente a sus padres y sus valores presentan una perspectiva más adulta; adquieren mayor importancia las relaciones íntimas y el grupo de pares va perdiendo jerarquía; desarrollan su propio sistema de valores con metas vocacionales reales.
Es importante conocer las características de estas etapas de la adolescencia, por las que todos pasan con sus variaciones individuales y culturales, para interpretar actitudes y comprender a los adolescentes especialmente durante un embarazo sabiendo que: "una adolescente que se embaraza se comportará como corresponde al momento de la vida que está transitando, sin madurar a etapas posteriores por el simple hecho de estar embarazada; son adolescentes embarazadas y no embarazadas muy jóvenes".

Consejos

Tratemos de dejar atrás las ideas anticuadas que nos impiden comunicarnos honestamente con nuestros hijos: hablemos con ellos --niñas y niños--abiertamente sobre el amor, las relaciones y la sexualidad.Si usted cree que no es fácil hablarle, no está solo; hay muchos padres en su misma situación. Si su adolescente se hace el "sabelotodo", no se desanime. Lo que ocurre es que a él/ella se le hace tan difícil tocar este tema como a usted. La realidad es que sus hijos quieren que usted sea la persona que les hable. Después de todo, los padres son los primeros maestros de sus hijos y por lo tanto, los hijos confían en los padres.
Comencemos a hablar sobre la sexualidad desde temprana edad y con frecuencia.Desde pequeño, el niño tiene curiosidad por su físico. Si comienza a explicarle paso a paso los cambios que ocurren en su cuerpo, cuando llegue el momento de entrar en detalles será menos incómodo para los dos. También puede aprovechar para hablarle de sus sentimientos, ya que el niño está desarrollándose también en el aspecto emocional y social: él/ella está conociéndose a sí mismo y aprendiendo a comportarse en el mundo que le rodea. No espere a que su hijo sea grande para tener una sola conversación. Piense que la vida es una escuela y que usted, como padre, es el mejor maestro.
Supervisemos las actividades de los hijos sin dejar de entender que ya no son niños, sino jóvenes adultos que necesitan cierta independencia.A esta edad sus hijos pasan de ser niños a ser adultos. Habrá momentos en que se comporten como chiquillos, durmiendo con un muñeco favorito o coleccionando tarjetas de deportes, y habrá otros en que se rebelen cuando usted comienza a limitar sus salidas y horarios. Dése cuenta que ésta es la etapa más sociable de los chicos y propóngase a conocer a sus amigos (recuerde que ellos tienen gran influencia.) Si usted trata a su hijo de manera justa y calmada, puede que él/ella comprenda que su único interés es el de protegerle.
Los padres tenemos derecho a saber con quién salen nuestros hijos. Cuando un hijo entra en la adolescencia, a los padres nos toca supervisar su vida social. Para ello nos vemos obligados a poner ciertas medidas. A los adolescentes más jóvenes debemos aconsejarles que salgan con amigos, en grupo. Y cuando les llegue el momento de salir en pareja, entonces nos queda recomendarles que traten de hacerlo con chicos(as) de su misma edad. Podemos explicarles, por ejemplo, que las chicas que salen con jóvenes de mucha más edad se exponen a una presión mayor y se arriesgan a situaciones peligrosas, como un contacto sexual no deseado.













lunes, 17 de octubre de 2011


Embarazo adolescente, definición y causas


El embarazo en la adolescencia es aquella gestación que ocurre durante los dos primeros años de edad ginecológica (edad ginecológica 0 = edad de la menarquia) y/o cuando la adolescente mantiene la total dependencia social y económica de la familia parental.

Magnitud actual y tendencias en embarazo de adolescentes


La fecundidad total y la del grupo de 15 a 19 años han disminuido en la región de las Américas. Sin embargo, estos descensos no han sido de igual magnitud en todos los grupos etáreos, ni en todos los países. La tasa de fecundidad específica en el grupo de 15 a 19 años en América Latina fluctúa entre 60 y 130 nacimientos por 1.000, tendiendo, en general, las tasas de fecundidad en adolescentes a ser más altas en los países de fecundidad alta.

Aunque la tasa de fecundidad en adolescentes tiende a declinar, el mayor descenso de la tasa de fecundidad específica en edades superiores hace que la proporción de embarazos e hijos en menores de 20 años aumente; el número absoluto de hijos de adolescentes también aumenta por el aumento del número de población adolescente: el grupo de mujeres de 15 a 19 en América Latina subió desde 8 millones en 1950 a algo más de 22 millones a la vuelta del siglo. Los nacimientos en madres menores de 20 son alrededor del 15% con algunos países que superan el 18%. Así, cada año unas 3.300.000 adolescentes latinoamericanas llevan a término un embarazo, ignorándose el número de abortos.

Chile, en 1998, presenta una tasa de natalidad de 18,3 nacidos vivos por cada 1.000 habitantes, con un promedio de 2,3 hijos por mujer en edad fértil. La tasa de fecundidad específica es de 67,3 nacimientos por 1.000 mujeres de 15 a 19 años, siendo la proporción de nacimientos de madres de este grupo etario de 15% (incremento desde 10,5% en los años 60). Los padres de estos niños son también jóvenes, con 80 a 90% entre 15 y 24 años. Así en los últimos años, nacen aproximadamente 40.000 niños hijos de madres de 10 a 19 años, la gran mayoría de las cuales tiene entre 15 y 19 años.
Etiología y Factores asociados al embarazo en adolescentes
Determinantes de la fecundidad en la adolescencia:

Factores biológicos: 
La edad de menarquia es un factor determinante de la capacidad reproductiva, la que está ligada a la proporción de ciclos ovulatorios que alcanzan cerca del 50% 2 años después de la primera menstruación. Entre los fenómenos que constituyen la aceleración secular del crecimiento está el adelanto de la edad de menarquia. En el último siglo, la menarquia se ha adelantado entre 2 y 3 meses por década, descendiendo desde más o menos los 15 años de edad a alrededor de los 12 (últimos 150 años). Así, los adolescentes son fértiles a una edad menor.
Factores psicosociales y conducta sexual: 
El adelanto de la menarquia es un factor biológico que se acompaña de actitudes y de comportamientos hacia el sexo opuesto, que pueden conducir a un ejercicio temprano de la sexualidad. Los factores psicosociales que acompañan a la modernización y su influencia en los roles personales y familiares son también contribuyentes, al existir grandes contradicciones: por una parte las características biológicas permiten la reproducción más temprana, por otra, la sociedad retarda la edad en que se considera adulto con todos los derechos y deberes (hay sociedades en las que se ha intercalado una década entre la menarquia/espermarquia y la independencia económica y laboral). Este conjunto de elementos hace que aumente el período de exposición al riesgo de embarazo fuera del marco, socioculturalmente aceptado, del matrimonio estableciéndose, además, expectativas poco realistas sobre el comportamiento sexual de los adolescentes.
Conducta sexual: 

Hay escasa información respecto a la sexualidad de los adolescentes latinoamericanos, aunque algunos estudios estiman que el 50% de los adolescentes menores de 17 años es sexualmente activo. En 8 países participantes de las encuestas de demografía y salud se encontró que entre 53 y 71% de las mujeres habían tenido relaciones antes de los 20 años. En Chile distintos estudios indican que el 40% de los adolescentes escolares han tenido relaciones sexuales (47% de los hombres, 32% de las mujeres), siendo más alto en el nivel socioeconómico bajo (63%), seguido del medio (49%), y menor en el alto (17%).

La observación clínica indica que la relación sexual precoz es extendida en comunidades campesinas, algunas zonas suburbanas y en las clases sociales bajas de las grandes ciudades. El aumento de la población juvenil sexualmente activa no se ha acompañado de un incremento proporcional de contracepción.

La edad media en que se contrae matrimonio es un indicador de las opciones al alcance de las mujeres: cuando pueden elegir, muchas mujeres retrasan el matrimonio para estudiar y/o buscar empleo. Esta orientación al cumplimiento de metas es un factor que favorece un inicio más tardío de la actividad sexual.
Disfunción familiar: 

Un mal funcionamiento familiar puede predisponer a una actividad sexual prematura, y un embarazo puede ser visto como la posibilidad de huir de un hogar patológico donde a veces la adolescente se siente amenazada por la violencia, el alcoholismo y el riesgo de incesto. Como factores de riesgo asociados a la familia se han descrito también la inestabilidad familiar, el embarazo adolescente de una hermana, madre con historia de embarazo adolescente y enfermedad crónica de uno de los padres.
Psicológicos y Culturales 

Durante la etapa temprana del desarrollo cognitivo de la adolescencia, los adolescentes no son capaces de entender todas las consecuencias de la iniciación precoz de la actividad sexual. En la adolescencia media el egocentrismo de la etapa las hace asumir que a ellas "eso no les va a pasar". La necesidad de probar su fecundidad, estando afligidas por fantasías de infertilidad, puede ser un factor poderoso durante la adolescencia.

En un ambiente de pobreza y subdesarrollo, donde la movilidad social es escasa o nula, la adolescente es incapaz de concebir la alternativa de evitar un embarazo. El "machismo" y la necesidad del varón de probarse, así como la existencia de carencias afectivas y necesidades no satisfechas son factores del comportamiento que también contribuyen al fenómeno.
Sociales 

Las zonas de pobreza, con hacinamiento, estrés, delincuencia y alcoholismo, tendrán mayor cantidad de familias disfuncionales, falta de recursos y acceso a los sistemas de atención en salud, con el consecuente mayor riesgo.

Los medios de comunicación, a través de los mensajes comercializados y estereotipados, han contribuido a la reducción de las barreras culturales que, en el pasado, limitaban la actividad sexual.

La pérdida de la religiosidad es otro factor que afecta las barreras para el ejercicio de la sexualidad adolescente.

lunes, 10 de octubre de 2011

La ayuda que muchas necesitan

Escondida entre las angostas calles de la delegación Cuajimalpa rumbo a Toluca, se encuentra un edificio color naranja, con zaguanes abiertos en los que se refugian las esperanzas y sueños de adolescentes. Esas niñas que por circunstancias del destino han tenido que abandonar las muñecas, los juegos, su infancia, para dedicarse a la difí­cil tarea de ser madres en una sociedad donde el embarazo adolescente es un tema que se trata de ocultar por la falta de información que advierta del peligro y la situación que se vive dí­a a dí­a en la Ciudad de México, sin que nadie se preocupe por ellas y sus hijos.
Según datos del Consejo Estatal de la Mujer y el Bienestar Social en el Estado de México (junio 2007), en los últimos años, pese a las campañas promovidas y la educación sexual, las edades en que se produce la gestación en menores ha disminuido, incluso se han presentado reportes de niñas de 10 años ya embarazadas, la mayorí­a por abuso sexual. Dichos datos sólo contemplan lo referente a los casos denunciados, pero si se toma en cuenta que únicamente entre un 15 y 30% de los delitos salen a la luz, la cifra puede ser mucho mayor. Una de las razones para ese “mutismo” se debe a que los mismos familiares y gente de confianza son quienes perpetran ese tipo de abusos en las infantes.
El paso de la niñez a la adolescencia es una etapa llena de conflictos, más en la mente de una pequeña que tras sobrellevar un trauma así­, habrá de enfrentarse a cambios para los que su cuerpo y mente aún no están preparados. En el caso de niñas en situación de calle, la vida sexual comienza desde los siete años. Un 90% de ellas es abusada sexualmente, por lo que antes de cumplir los 13 años ya habrán tenido al menos un embarazo o al menos algún aborto.
Este comportamiento se vuelve un cí­rculo vicioso en el que tanto madre como hijo estarán probablemente atrapados de por vida, ya que en nuestro paí­s son contadas las instituciones que se encargan de casos como éste, y que cuenten con el personal y las instalaciones adecuadas para proveer de ayuda a ese sector tan doblemente vulnerable, por ser infantes y ser mujeres.

La Fundación Dar y Amar (DAYA) es una de las pocas que se encargan exclusivamente de niñas y adolescentes madres o embarazadas, con el propósito de brindarles alojamiento, comida, servicios médicos y terapia psicológica, bajo la premisa de que ayudar a una chica, es ayudar a una familia entera.

lunes, 3 de octubre de 2011

EMBARAZO ADOLESCENTE EN CHILE


Embarazo adolescente en Chile aumenta en menores de 14 años.
En el Día Mundial para la Prevención del Embarazo Adolescente, un nuevo estudio revela el drama de las niñas madre. Pero también la falta de una política global para abordar el tema, pese a su clara incidencia en la deserción escolar y en la pobreza.
La adolescencia siempre ha sido una etapa compleja de entender para el mundo adulto. Sobre todo a la hora de hablar de sexo. En Chile, el embarazo adolescente se mide usualmente entre los 15 y 19 años, tramo en que las cifras están descendiendo. Sin embargo, poco se ha dicho acerca del grupo de niñas entre 11 y 14 años. Según un estudio titulado “Madres-niñas adolescentes de 14 años y menos. Un grave problema de salud pública no resuelto en Chile”, las embarazadas de este grupo eran 1.058 al año 2003. Y la tendencia es al alza desde 1993.
Las embarazadas de 11 a 14 años representan poco menos del 3 por ciento de la población de madres. Sin embargo, esa cifra esconde una serie de dramas sociales. Según Ramiro Molina, médico e investigador del Centro de Medicina Reproductiva de la Universidad de Chile (CEMERA) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, los niños que son hijos de adolescentes “no son esperados y eso provoca que nazcan en un entorno que no los quiere, por lo que la tasa de maltrato, accidentes en el hogar y abandono es mucho mayor en este grupo”. Para él, hay un problema grave en nuestro país. Más aún cuando las tasas de embarazo adolescente están íntimamente ligadas con la condición socioeconómica de las menores.
Según este mismo estudio, una jovencita de Cerrillos tiene 35 veces más posibilidades de ser madre antes de los 14 que una que resida en Vitacura. “¿Qué pasa ahí, es que las niñas de Vitacura no tienen relaciones sexuales tan tempranamente? Puede ser, pero también puede que tengan mayor acceso a anticonceptivos, más educación y no podemos descartar que también tengan mejor acceso a la interrupción clandestina profesionalizada del embarazo”.
¿Y las Políticas Públicas?
El estudio de CEMERA no es el único que arroja luces sobre el problema. Hoy, el Centro Latinoamericano de Salud y Mujer (CELSAM) da a conocer un trabajo de investigación en que 2/3 de las jóvenes encuestadas -entre 13 y 19 años- dicen que en su colegio no tienen un programa estable de educación sexual; piden una educación “más realista” y señalan que su principal temor es al embarazo. Esto, sin importar su condición socioeconómica.
Ramiro Molina apunta al Ministerio de Educación, el que “no tiene un programa concreto para aplicar en los colegios y no ha sido decidido para poner el tema en el tapete”. En el MINEDUC aseguran que en estos momentos están desarrollando un Plan de Afectividad y Sexualidad, que para este año espera estar en régimen en cien comunas del país. Actualmente son cerca de 50 las que cuentan con alguna estrategia, la que es incluida como parte del currículum. Sin embargo, la actual LOCE no obliga a los colegios a contar con un plan de sexualidad y la nueva Ley General de Educación tampoco menciona el tema. Existe una planificación que comenzó en 2005 y terminará en 2010, en la que se espera que cada establecimiento decida cuál será su estrategia de prevención.
Pero Molina dice que “se han tenido más bien declaraciones teóricas y políticas, pero no una política clara de desarrollo que tiene que incluir no sólo la formación de personal, sino la implementación concreta de programas”.
En el Ministerio de Salud, a partir de este año existe el Programa de los y las Adolescentes y Jóvenes. La doctora Paz Roblado es la encargada nacional, un puesto que demoró más de diez años en ocuparse. Ella justifica el que la atención en consultorios sea familiar, y que el enfoque no sólo sea tratar el embarazo, sino que otros temas anexos de salud juvenil. Cuenta que a partir de este año esperan contar con un presupuesto propio y en carpeta está un Manual de Consejería en Salud Reproductiva y las normas de regulación de fertilidad, con un capítulo dedicado a los adolescentes y la forma en que se debe trabajar con ellos en los centros de salud.
El tema es que según el estudio de CELSAM las jóvenes consideran aceptable tener relaciones sexuales en el pololeo y piensan de manera similar aún cuando estudien en colegio religioso o laico. Y no sólo critican la falta de políticas hacia ellos, sino también la labor de sus propios padres: dicen que siempre les hablan de lo que no debe hacerse, y que no se han dado cuenta de que ya crecieron, por lo que no le dan validez a sus consejos. En este estudio, los (las) adolescentes dan tarea para la casa a toda la sociedad.